Cada lata de pintura. Cada dólar donado. Cada hora de voluntariado de un empleado. Todo es importante para el singular propósito de crear futuros vibrantes y brillantes para nuestros vecinos de todo el mundo.
Sin embargo, cuando pensamos en nuestro impacto, también contamos las sonrisas de los alumnos cuando ven que su aula monocromática se llena de luz por primera vez. Compartimos la alegría de una madre cuando un refugio para mujeres se transforma en un hogar alegre y lleno de vida para su hijo. Nos unimos al asombro de una reunión de vecinos en un patio de recreo rediseñado. Hacemos cambios significativos con cada oportunidad de inspirar alegría y brillo en la vida de los demás.